A mitad de marzo, con las familias llamando a los colegios llenas de incógnitas, sigue sin saberse cuándo o con qué criterios se escolarizará a los niños

En puertas de que la Consejería lance su propuesta de unidades necesarias para el próximo curso con una ratio de 20 alumnos por aula, la Plataforma defiende que debe mantenerse el equilibrio actual y conservar todas las unidades existentes

En este momento en el que se está planificando el curso 2021-2022, y tras las últimas declaraciones en el Parlamento de La Rioja del consejero de Educación, Pedro Uruñuela, desde la Plataforma por la Libertad de Enseñanza en La Rioja queremos manifestar:

1. El consejero vuelve a utilizar su escaño para manipular las cifras, empeñado en acusar a la concertada con afirmaciones falsas y datos que no corresponden a la realidad. Así alimenta mantras y mitos que solo buscan desviar la atención de la sociedad riojana de lo que realmente preocupa e importa. Como venimos demostrando en reiteradas ocasiones, la enseñanza concertada acoge a todas las familias que eligen nuestros proyectos educativos, con independencia de sus circunstancias sociales o económicas, con dificultades o sin ellas, porque forma parte esencial de nuestra identidad.

2. Las familias con niños con dificultades de aprendizaje o socialmente desfavorecidas, a quienes esta Administración se empeña en considerar como una “carga a repartir”, también tienen derecho a elegir lo que consideren mejor para sus hijos. Parece que el señor Uruñuela se empeña en estigmatizarlas, manteniendo y fomentando actitudes discriminatorias y xenófobas, además de segregadoras.No deja de sorprendernos hasta dónde está dispuesto a llegar el Gobierno de la señora Andreu para mantenerse en el sillón, pisando derechos fundamentales como la libertad de elección de centro de las familias riojanas.

3. Sobre la acusación del consejero a la enseñanza concertada de estar cobrando por servicios complementarios como el comedor más que en la red pública, también falta a la verdad con los datos que da. Olvida, intencionadamente, que la red concertada no cuenta con las mismas ayudas para comedor que la enseñanza pública y que sólo está parcialmente sostenida con fondos públicos. Los conciertos no cubren la totalidad del presupuesto de cada centro y la Consejería se ahorra mucho dinero con los colegios concertados.Pedimos al consejero que dote a la concertada de una igualdad real, facilitando programas de Refuerzo, Orientación y Apoyo; incrementando las becas de comedor y las becas de libros; concediendo becas de actividades extraescolares; no suprimiendo el transporte escolar al alumnado de la concertada; igualando el salario y el horario del profesorado de ambas redes; ajustando a la realidad la partida “otros gastos” … y un largo etcétera. Hay mucho camino por hacer y son estas decisiones las que mejorarían realmente nuestro sistema educativo riojano; no las disquisiciones políticas en las que, tristemente, nos vemos envueltos todos los días.

4. Entre los temas que realmente preocupan a las familias y a los que el consejero da la espalda, está claramente el Decreto de Escolarización. Se está tramitando con una absoluta falta de transparencia y sin promover el debate. A mitad de marzo, con las familias llamando a las puertas de los colegios llenas de incógnitas, seguimos sin saber con qué criterios se va a escolarizar a los niños, cuándo ni cómo. Las familias con hijos en edad de escolarización están preocupadas y viviendo una angustia absurda provocada por una Consejería que toma decisiones precipitadas y oscurantistas, correspondientes más a réditos políticos que a la mejora de la calidad educativa.

5. Al menos la decisión de bajar la ratio en 1º curso de Educación Infantil a 20 alumnos permitirá una atención mucho más personalizada y, por lo tanto, una mejora significativa en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Con esta ratio y los datos actuales de natalidad en La Rioja, se pone de manifiesto que en nuestro sistema educativo hay suficiente equilibrio y proporción entre las plazas existentes y los alumnos a escolarizar. Es decir, no es necesario intervenir ni suprimir ninguna unidad. Por eso, cuando está a punto de salir a la luz la propuesta de la Consejería sobre las unidades necesarias para el próximo curso, esperamos que la propuesta mantenga todas las existentes.

Este Gobierno ha heredado un sistema educativo con grandes fortalezas presentes y enormes oportunidades futuras. Por favor, señor Uruñuela, dejen de estropearlo.

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